Y entonces sucede, como la luz entra en el ojo por las mañanas,
ó el primer trago de cerveza raspa la garganta con una paz inmerecida,
de quien se sabe busca una felicidad insatisfecha.
Su mirada me recorre de pies a cabeza,
Yo solo logró atinar a su reflejo,
no le reconozco al instante,
posiblemente tampoco lo haga mañana al despertar
Y eso me Inquieta.
También ahí hay silencio;
Lo se por que la escuche partir,
poco antes que llegará.