Hoy comencé a cambiar ensoñaciones por silencios,
de esos que habitan la no existencia de todo aquello
que se hace recuerdo.
Sucede que en realidad existo, soy de nombre y apellido: Gustavo Cuando. En la soledad de los días me transformo, me sueño a mí mismo entre abismos sin vértigo y labios llenos de vació, mi angustia se mide por horas y yo mido en kilómetros el vació y la inutilidad de vivir, me describo como el instante, pensamientos de mi que no tendrán mañana,prediciendo mi pasado las palabras atraviesan mi silencio.