Piensa en una boca dentro de mil bocas,
una que te pertenezca
y cuando la encuentres funde tus labios a ella,
como dos peces que buscan su mar.
El aire se ha aligerado en la habitación,
el sol alcanza rincones que hace semanas no tocaba.
El cocodrilo que esperaba en el balcón a que el clima mejorara,
ha partido esta mañana en su cama submarino;
Ondeando su bandera de campeón en todo lo alto.
Tomo el teléfono, escucho un silencio que dice algo
que no recuerdo que me perteneciera
Y acudo a su reto de existencia.
Ella, toca la puerta
camino dos pasos y me detengo,
tiro la tiza mas adelante
he intento llegar a ella en tres saltos.