miércoles, abril 23, 2008

Época de Gula.



Ella no deja de seguir al insecto con la mirada, el aleteo de sus alas agita mi respiración, nos observa, ella se pierde en el como en mis palabras, sus ojos lo siguen disimuladamente, su lengua cruza rozando delicadamente mi oreja, devorando el insecto que perturba el ruido que lleva mi voz. Instintivamente tiro el cuerpo atrás, su boca saborea el insecto, lo ensaliva despacio, se le escucha crujir chocando entre sus dientes, el carmín de sus labios se desvanece conforme su saliva se derrama en su blusa, me toma de la mano, me acerca a su pecho, suavemente acaricia mi rostro, me llama caracol con una voz muy baja, lame mis dedos, la palma de mi mano, se atranca en mi boca, introduce su lengua aprisionado la mía hasta arrancarla, sus manos hacen un boquete en mi estomago, sacando mis viseras, sin ningún ruido, su mirada perdida sobre mi cuerpo, mas que en mi mismo. Su silencio en mi pupila existe.