jueves, agosto 25, 2011

Dejarse ir.


Me hago de la sombra parte y forma,
Me desnudo ante las miradas de nadie
Recorro mi cuerpo en silencio,
Reconozco su aroma, en la noche de ti.
Y en mi necesidad te revivo, te rasgo de la piel tallando cada rincón,
Cada poro aun abierto, boquetes de mi que no se han sellado.
De la necesidad de despertarte sobre el día,
de hacerte la noche entre palabras
de vaciar de colores el sonido,
de alas de la mariposa o de sueño perdido.
¿Es acaso tu vientre refugio de soledades, que recibe sin prejuicios
mi carente nostalgia, mi andar ya perdido?
¿Son tus manos ríos claros que lavan mi cara y enjuagan mi cabello?
Entre tus muslos corre mi sangre palpitando en tu pecho mi vida,
que yace contigo.