martes, mayo 03, 2011

Sobre el vació.


Vertiendo cera caliente en las cuencas de mis ojos.

Ha tirado la tiza poco más allá de tres saltos.

-Acudo a su sombra, lamiendo con rencor sus encías-

En su garganta crecen arboles, donde habitan aves rapases

Que vuelan la tarde con la indiferencia del sueño.

Da otro salto y de entre sus piernas caigo,

desprendiéndome de su interior,

Me cubre un silencio de ayeres hace tiempo,

Y de soledades que no tendrán mañana.